Sucesión de canciones cocinadas a fuego lento en la que la necesidad de evolucionar, sin perder la esencia, parece ser el ingrediente común. Una electrónica más presente y combinada con su base de rock dan como resultado diez enérgicas canciones, luminosas y cuidadas, en las que volvemos a descubrir la calidad de unas letras que describen, con acertados trazos de esperanza y rabia, momentos personales de la banda y situaciones colectivas.
Sala
Bandas del cartel
