La Bien Querida

Lo de LA BIEN QUERIDA es una trayectoria que hasta el músico más galardonado envidiaría. Comenzar siendo adorada, una joya oculta gracias a una maqueta que la convirtió en un secreto a voces entre los más melómanos, fraguando una leyenda que nadie imaginaba hasta donde llegaría. Elogiada por los músicos más reputados de la escena nacional, su primer disco, “Romancero”, es un schock para el panorama musical español, acaparando desde el principio portadas, liderazgos en listas de lo mejor del año, y parabienes por parte de crítica y público. Como el despegue de un cohete, una gran explosión que la lanzó hacia arriba a una velocidad supersónica. Y a partir de ahí el viaje astronómico de una artista que se siente libre para hacer lo que quiere, capaz de saltar entre estilos, desde los ritmos latinos y la cumbia a la electrónica ochentera y la pleitesía por NEW ORDER, entre los sonidos más actuales (uno de sus últimos singles ha sido producido por ALIZZZ) y las carantoñas acústicas de sus canciones más íntimas.

 Después de múltiples discos, piruetas discográficas (aquel triple EP que conformó el trípico “Premeditación, Nocturnidad y Alevosía”) de las que siempre ha salido triunfante, siempre secundada por la labor en la producción de David Rodríguez (BEEF), e incluso componiendo canciones para otros grandes artistas de la escena española (bárbaro lo que hizo con “Lo Que Te Falta” de Soleá Morente), Ana Fernández-Villaverde tiene ese estatus único de la gente inspirada, inteligente, adorada por los seguidores más exigentes que buscan la elegancia y la personalidad, y el mainstream que busca hits contundentes e inapelables. Por eso podemos verla actuando de manera íntima en espacios pequeños y encabezando festivales, poniendo bandas sonoras a series, películas y campañas publicitarias. Siempre infalible. No hay disco malo (ni mediocre, ni siquiera flojo) en una discografía que abarca casi 15 años, 6 discos e innumerables singles. Por eso todos la adoran, y por eso se ha convertido en una figura a seguir, con un estatus por el que, como decíamos, muchos grandes artistas matarían. Pero es que es ella. LA BIEN QUERIDA. No hay nada igual. Y con la sensación de que cada día nos puede volver a sorprender. Con la sensación de que una vez pasada la Luna, el Sistema Solar y la Vía Láctea, aún nos quedan galaxias por descubrir.